José Rosario Araujo
Conocí al Comandante Arauca en
los años ochenta cuando como adolecente inquieto, estaba en la búsqueda de un mundo mejor. Quien
mejor que él con su enseñanza y su ejemplo para ser el modelo a imitar por
aquella cantidad de jóvenes que de una manera u otra creímos en aquel proyecto
llamado PRV-Ruptura del cual este famoso
comandante guerrillero fue fundador.
Recuerdo las reuniones en donde
participábamos “Churupo”, Orestes Borjas, Ramón Ribas, Iris y Sandra Matheus,
Nilce y Alcides Betancourt, Alirio
Cabrera, Nubia Uribe, Edgar y
Juancho Barreto; todos jóvenes
estudiantes de los liceos Rafael Rangel, Pedro García Leal y del Nurr que
llevábamos el ejemplo de aquellos hombres que pudiendo llevar una vida
tranquila lo dejaban todo por luchar por un tercer camino y uno que
brillaba era el famoso Comandante Arauca.
Siempre Comandante, con tu don de
gente, con tu forma tan especial de ser, con tu conversación tan fluida y
formadora ya que eras historia viva. Hoy partes a la eternidad pero tu
recuerdo, tu enseñanza quedaran siempre impresos en nosotros, en nuestros hijos
y nietos, ya que seremos los narradores
de tu claro ejemplo de lucha histórica en contra del imperialismo.
No solamente fuiste un importante
y reconocido revolucionario, fuiste un
gran amigo, un ejemplo como padre y esposo, donde estés debes sentirte satisfecho con lo que
realizaste en esta vida, dejando ahora un gran vacío con tu partida.
Parece mentira comandante que te
hayas ido, aunque los hombres como tú siempre se mantendrán vigentes, ya que tu transitar por la vida fue un ejemplo
gigante de entrega a la lucha revolucionaria.
Evocaba aquel día en Trujillo en donde junto al
recordado camarada Pedro Pablo Rivero nos contabas sobre tu libro “Venezuela
Petrolera en Tres Tiempos”. Quedaron tantas conversaciones pendientes
Comandante, quedaron tantos temas que tratar, tantas horas amenas para
conversar.
Se te nublo la mente y te fuiste,
dejando preguntas que no contestaste,
cuentos que no narraste e historias que no contaste y duele tu partida porque
con personas como tú se hace la vida, se hace la historia, se pelea contra los molinos de viento pero
sobre todo; mi buen amigo; sembraste de ejemplo el camino de aquellos que te
conocimos por tu obra y tu amistad.
¿Quién no conoció a este gran
hombre, hombre de lucha y entrega? Hoy
recibo de mi buen amigo Lenin Pérez la noticia de tu partida y paz a tus restos.
Los que mueren y han vivido por
la vida nunca morirán. ¡Hasta siempre Comandante!
No hay comentarios:
Publicar un comentario