jueves, 14 de diciembre de 2017

EL "PETRO", LA CRIPTOMONEDA VENEZOLANA



Por: Andrés Giussepe 

El pasado domingo 3 de diciembre, el presidente Nicolás Maduro lanzó públicamente la inserción de la economía venezolana en el mundo de las criptomonedas, un sistema monetario electrónico emergente, basado en un tipo de dinero como el bolívar, el dólar o el euro, que puede funcionar como billetera digital, como reserva de valor, como unidad de cambio o para colección.
Como vemos, el presidente ha puesto en el debate político nacional la "gestión monetaria", porque hay que decirlo, los conflictos en torno a la moneda hacen de la economía y la política las dos caras de un mismo fenómeno social.
 
¿PERO QUÉ ES ESO DE LA CRIPTOMONEDA?
Es un mundo que, fundamentalmente gira alrededor de una moneda virtual diseñada para pura especulación financiera, donde las criptomonedas actuales no tienen respaldo financiero, sino que, en la mayoría de las veces, se basa en la propia fe de sus demandantes.
Son mercados donde se pone de manifiesto el alma de la sociedad económica contemporánea que es la especulación. Donde los actores imaginan un precio de todo sin considerar su costo de producción o la utilidad intrínsica (valor de uso), sino por la posibilidad de intercambiarlas a futuro esperando una ganancia monetaria.

Cada criptomoneda ofrece características atractivas y limitadas en cantidad, como para estimular a la gente a adquirirla lo más pronto posible. Hay gente que las obtiene confiando en que en algún tiempo tengan un valor de cambio más alto frente a otras criptomonedas o dinero fiduciario.

Es por eso que se mueve en el mundo de la especulación, del riesgo, de la fe, que es creer en lo que no se ve. Al igual que el dólar estadounidense, las criptomonedas actuales son monedas fiduciarias sin respaldo, pero que se transan de manera electrónica. Se puede especular con criptomonedas como se hace con acciones, bonos y otros productos financieros.

En la actualidad, existen más de 800 criptomonedas que buscan captar nuevos compradores, capitalizarse todos los días y arrojar grandes ganancias especulativas. Entre las principales se destacan el Bitcoin que es la de mayor capitalización. Creada por Satoshi Nakamoto en el 2009, se maneja a través de billeteras electrónicas que contienen cuentas cifradas, bien protegidas, lo que se conoce como "encriptadas", y tiene un valor actual cerca de 12.000 dólares.

Otra criptomoneda bien demandada es el Ethereum que vale cerca de 500 dólares por monedas y en su mercado transa por un valor de más 1.000 millones de dólares. También se encuentran el AntShares, la Ripple, que muchos bancos alrededor del mundo han aceptado comercializarlas cuyo valor va subiendo cada día. También existe una llamada la Perro-moneda o Dogecoin, que comenzó con una broma y se ha convertido en una criptomoneda exitosa, entre otras.

Por la tendencia especulativa de multiplicar su valor y las altas rentabilidades arrojadas por esas criptomonedas, se dice que esos mercados virtuales están en su mejor momento, lo que ha impulsado un gran interés, casi exponencial, de los inversionistas por este tipo de monedas.
Por ejemplo, el Bitcoin subió en valor en más del 700% en lo que va el año 2017. Hace 5 años atrás un Bitcoin valía menos de un dólar, hoy ha llegado a costar más de 16.000 dólares por Bitcoin. En la actualidad este mercado tiene un valor total de alrededor $100 mil millones de dólares, que en comparación, es más grande que varias compañías transnacionales juntas, como Fed-Ex y General Motors.

Si se divide el valor de ese mercado por la cantidad de direcciones o poseedores de bitcoins, se ha logra determinar que más del 95% de esta criptomoneda son propiedad de alrededor del 4% del mercado, y donde, el 1% de las direcciones controlan la mitad de todo ese mercado. Formándose un orden económico basado en el control financiero parecido al que sufre el sistema capitalista mundial, donde pocos dueños controlan la mayor parte del capital financiero global.

Pero la versatilidad de las criptomonedas es que el gobierno de los Estados Unidos no las puede controlar todas. Son monedas electrónicas descentralizadas. Es un mundo independiente del dólar, que en el caso del Bitcoin hemos visto que crece su valor con respecto al dólar, que ha obligado a la misma Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos considerar a esa moneda una amenaza a la estabilidad financiera de ese país por la continua devaluación que sufre el dólar con respecto a esa criptomoneda.

Es por ello que muchos analistas consideran al mundo del Bitcoin, un mercado con una burbuja financiera que en cualquier momento pudiera estallar, al igual que estallaron los bonos basuras sin respaldo que ocasionó la crisis económica de 2007, que afectó la economía norteamericana y de varios países europeos.

No obstante, la reciente propuesta del presidente Nicolás Maduro viene a representar una revolución en el mundo de las criptomonedas porque anuncia la creación del "Petro" o "Petromoneda" como una moneda digital con respaldo físico y financiero basado en la cuantificación y valorización de una porción de las reservas de petróleo, gas, oro y diamantes. Algo que la hace apetecible en comparación con las criptomonedas tradicionales.

Y cuál es el fin de un Estado como el venezolano de incursionar en ese mundo emergente, riesgoso y lleno de vulnerabilidades como cualquier otro, basado en la especulación? En primer lugar, la necesidad de independizarnos de la hegemonía y la dictadura que tiene del dólar estadounidense en el comercio petrolero internacional.

Asimismo, para obtener financiamiento internacional, sin condiciones ni chantajes como el que ha impuesto el Imperio del Norte con los actuales bonos soberanos y de Pdvsa a nuestro gobierno, sin estar atado a la Reserva Federal, al Banco Mundial al Fondo Monetario Internacional, entre otras instituciones financieras que ellos dominan.

Y, finalmente, el Petro podría funcionar como "moneda de cuenta", parecido a los Derechos Especiales de Giro emitidos por el FMI, que en la actualidad los soporta una cartera de monedas fuertes (el euro, la libra esterlina, el renmimbí, el yen y el dólar), y que en nuestro caso, el Petro estaría soportado por una canasta equivalente de reservas de petróleo, gas, oro y diamante. En fin, una propuesta apetecible para el mundo financiero internacional.

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