miércoles, 29 de noviembre de 2017

CONVERSANDO CON EL NIETO DEL MAESTRO PRIETO FIGUEROA



Su pensamiento más vigente que nunca

JOSÉ ROSARIO A. Invitados por el amigo Abg. Candelario Briceño para una reunión que tendría la gente del MEP Trujillo con el nieto del recordado político venezolano Luis Beltrán Prieto; Gilberto Jiménez Prieto, presidente del Movimiento Electoral del Pueblo.
 
Me pareció muy interesante poder conversar con él y que nos hablara como había sido este gran político venezolano, quien marco pauta al fundar en nuestro país el primer partido socialista.
Luis Beltrán Prieto fue un gran educador y político venezolano quien se destacó como uno de los mejores pedagogos de Latinoamérica, se dedicó a democratizar la educación en Venezuela además de ser un destacado luchador por los derechos del pueblo y fundador del Partido Movimiento Electoral del Pueblo.

Muy amablemente Gilberto Jiménez Prieto al finalizar la reunión que tenían pautada acepto conversar con nosotros.

¿HABLAMOS DE TU ABUELO. ¿CÓMO FUE TU ABUELO?
Hablar de Prieto Figueroa es un tremendo compromiso, ser su nieto y llevar su apellido: Es un compromiso aún mayor.
Cuando tú me preguntas como fue tu abuelo, habría que definir en qué plano, en el plano humano, en el plano personal.

¿EN EL PLANO PERSONAL CÓMO FUE?
Prieto Figueroa en el plano personal: Fue una gran inspiración. Me vienen muchos recuerdos a la mente.

¿CÓMO ERA TU ABUELO?
Prieto era un hombre poco común. Por lo tanto su forma de expresar cariño, afecto era poco común. Nosotros todos los domingos, era una costumbre familiar ir a Prados del Este; en Caracas; a la Quinta “Ancha Ajena”, donde fue el hogar de la familia Prieto Oliveira.

La Quinta se llamaba “Ancha Ajena” ya que él decía que la casa que compro era ancha para que cupieran todos sus amigos y ajena porque la debía al Banco Obrero, en ese momento.
Todos los domingos íbamos a la quinta religiosamente los hijos y nietos de Prieto; que había tenido siete hijos, cinco con mi abuela Cecilia Oliveira de Prieto.

La primera parada era en la biblioteca donde encontrábamos a mi abuelo entre libros leyendo, hacíamos cola en la puerta de la biblioteca para que él nos saludara de manera particular.
¿Cómo hacíamos? Nos levantábamos la camisa y nos daba un “Lepe” que era un pellizco en la barriga que suena. Nos rascaba la cabeza y emitía sonidos muy propios de él, siendo una manera muy particular de expresar cariño a sus nietos.

Pasamos la tarde en esa gran casa en donde existían muchos árboles frutales, siete especies de mangos, que le gustaban mucho, ahí pasábamos todo el día.
¿Con Prieto que aprendí?

Con Prieto aprendí a aceptar mi afrodecendencia. Fue un hombre que llevo su afrodecendencia con mucho orgullo. En una Venezuela que ser negro no era fácil, existiendo muchos prejuicios por el color de la piel.
Prieto decía: ¿Cómo es eso de que uno tiene el pelo malo, si este pelo es muy bueno?

Este pelo lo aguanta todo, decía. Y de ahí fue uno aceptando la condición de afro descendiente. De ser negro. De esa negritud tan impresionante que nos da nuestra condición de venezolanos, producto de la mezcla de razas.

Con Prieto aprendí: El pelear por los sueños.
Él decía: “Si tienes una idea ponla en el vientre”.
Aprendí a defender lo que uno cree.

Decía Prieto que la vida que vale la pena vivir es la que se consagra en beneficio de los demás.
Aprendí de mi abuelo el valor enorme de la lectura. Los mejores amigos son los libros y desde pequeño, gracias a él, he tenido este hábito de la lectura. 

También aprendí de él la sensibilidad hacia la necesidades de los demás, el dedicar la vida al servicio de los más necesitados, de los excluidos, de los que llamaba Eduardo Galeano los nadie, los invisibles históricos. Esto lo aprendí del Prieto abuelo, además de todos los aprendizajes que tenía con él de la naturaleza.
Cada vacaciones que salíamos a la isla de Margarita con el viejo Prieto, cuando nos quedábamos en Playa El Agua; en una casa que tenía una vieja amiga de él, salíamos a la playa a sembrar cocoteros. Muchos de los cocoteros que están sembrados en playa El Agua los sembramos Prieto y nosotros. Nos daba clases magistrales de como sembrar un cocotero.

Aprendí a comer piquigue; que es la frutilla del cardón; cazabe remojado en café con leche. Todo eso lo aprendí de Prieto Figueroa.

Para mí hoy en día es un compromiso su legado político, que es universal e integral, la lucha por la liberación y en este caso en el partido Movimiento Electoral del Pueblo por la liberación nacional y la democracia socialista.

Entregar la vida por los más necesitados, por la justicia social, por la igualdad. Eso era valores en el día a en el compartir con Prieto Figueroa.

Él fue el hombre que creyó fundamentalmente en la educación como una herramienta de transformación del hombre y de la mujer. Una educación que no sea transformadora, no cumple su esencia fundamental.

Por eso es que él veía al maestro como líder natural de la sociedad. Prieto fue tan increíble, en su credibilidad del maestro; que decía que Venezuela será lo que sus maestros quieran que sea.

Imagínate el enorme compromiso tan grande que le hace a los maestros, a los docentes. Pero el sacaba el tema magisterial del aula de clase, ya que pensaba que un político debía de ser un maestro.
Hablaba del Magisterio Americano de Simón Bolívar, porque veía al Libertador como un gran maestro, por lo menos en las luchas históricas antiimperialista, donde Prieto anteponía la visión Bolivariana al Panamericanismo.

Para su modo de ver el panamericanismo era la visión servil que imponían los Estados Unidos y Bolívar era de la idea liberadora y eso lo vemos nosotros en sus libros el Magisterio Americano de Bolívar y en el Maestro como líder nos dibuja ese maestro reflejo de la sociedad venezolana, asumiendo ese liderazgo histórico, incluso el liderazgo como una herramienta pedagógica. 

Es decir el líder cuando enseña a través del ejemplo al pueblo venezolano.
Prieto Figueroa en este pensamiento liberador educativo introdujo a Venezuela en el Siglo XX en la educación por la idea de la escuela nueva por ejemplo.
 
Anteriormente nos regíamos por ideas en donde el proceso educativo el aprendizaje se centraba en el maestro. Prieto introduce nuevos elementos en la escuela nueva con ideas que venían del Brasil y de Francia en donde el elemento principal del aprendizaje es el alumno y al proceso sacándolo del aula de clase y lo vincula con el entorno, siendo parte eso de lo que es la escuela nueva.

Prácticamente Prieto introduce a Venezuela al siglo XX en la educación y va más allá en el tema del Estado Docente y tomando esta doctrina de Prieto Figueroa, si nosotros queremos un país socialista debe ser el Estado que facilite los elementos necesarios para la formación de socialistas en Venezuela.

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