miércoles, 29 de noviembre de 2017

RAZONES OCULTAS DE NUESTRA TRAGEDIA ECONÓMICA (I)

Por: José Sant Roz / Juan Carlos Villegas / Aler Gómez / J. C. Villegas (hijo)

Seriamente preocupados por el destino de nuestra nación, hemos decidido entregar un estudio preliminar de la perturbada y amenazada economía venezolana. En este breve análisis, mostraremos las interferencias de portales que cotizan el dólar ilegal, como DolarToday y BolivarCucuta, sobre el desempeño de la economía venezolana. 
Nuestro propósito es demostrar, científicamente, cosa que no se ha hecho todavía en escala suficientemente significativa (a excepción de las extraordinarias investigaciones de la profesora Pascualina Curcio); que las variables macroeconómicas de nuestro país, no guardan relación con los inventos que crean o manejan los sesudos de la economía formal.

De momento, podemos adelantar que son varios los factores que intervienen en esta guerra: El factor comunicacional, el factor psicológico, y el típico elemento de la corrupción presente en estas turbulencias.

EL FACTOR COMUNICACIONAL: LAS HORRIBLES PÁGINAS WEB DE NUESTRO GOBIERNO
Buscar las variables, construir las tablas y elaborar la data ha sido una ardua tarea; por cuanto la información que se podría recabar del Banco Central de Venezuela (BCV) es difusa, mal estructurada y peor presentada. 

En primer lugar, el BCV debe hacer un serio esfuerzo comunicacional para informar al pueblo, a los estudiosos y a todo aquel que quiera conocer la situación de la guerra que se nos está haciendo, con cifras y valoraciones estadísticas bien formuladas, sustentadas, y fundamentalmente, de forma más amigable, atractiva y fresca. Este portal (www.bcv.org.ve), dejado al garete, se percibe estar bajo el signo de una especie de complejo de inferioridad y de derrota institucional. 

Véase en cambio la web de DolarToday (dolartoday.com, @DolarToday), o la del Banco de la República de Colombia, www.banrep.gov.co (esto es, el Banco Central del vecino país), que por la calle del medio colocan vistosa y criminalmente el valor del dólar en bolívares, los movimientos de las casas de cambio en Cúcuta, bellos e interesantes gráficos y estadísticas etc. etc, Estemos conscientes que, aún usando megahackers Rusos o Chinos para echar abajo estos portales, sería tarea imposible por cuanto éste resucitaría por Facebook, Twitter u otros medios imposibles de ser controlados; como ya pasó cuando el gobierno intentó destruirlos.

Otro aspecto a ser considerado, en este informe preliminar, es la desabrida forma por la cual se insta al pueblo a rechazar a quienes comercian, con nuestro dinero, con los cambistas de Colombia, y la forma cómo se combate en el imaginario colectivo a quienes venden los alimentos subsidiados, el combustible, las guayas y cables eléctricos a las mafias que se lucran del otro lado de la frontera con el desguace de nuestra infraestructura pública. Palabras más, palabras menos, este es el sentimiento dominante ante el robo descarado de nuestras riquezas por los propios hijos e hijas de esta tierra: "Bolívar los hubiese fusilado sin contemplaciones a quienes cometen contra la patria tan monstruoso crimen".

Aún cuando entendemos que aquellos eran otros tiempos, con otras leyes y otros valores; la percepción del pueblo es la necesidad de castigar severamente, y sin contemplaciones, a los saboteadores de la economía. Las reseñas periodísticas oficiales se contentan solo con mostrar grupos de personas, flanqueadas por efectivos militares o policiales, con el material incautado. Cero historias. Cero análisis de las pérdidas sufridas por el país por estas manos criminales.

 Ningún sencillo gráfico que individualice el perjuicio que nos han causado esas personas específicas, con rostro, con historias familiares detrás, con cifras del dinero así robado a la comunidad por medio de la sustracción de un cable eléctrico o telefónico del barrio X o de la escuela Y. Esto es, ligar al infractor criminal venezolano con el daño sufrido por una comunidad específica (Ejemplo: El ladrón de guayas del barrio El Tamarindo, confrontado con que ahora ya no hay luz en el Barrio El Tamarindo, lo inservible de las neveras, la imposibilidad de planchar, ver televisión, etc, etc).

EL FACTOR PSICOLÓGICO: A) EL "GEN" DEL ESTUPIDISMO (PENDEJISMO)
El factor psicológico ha sido uno de los elementos clave de mayor perturbación. Aquí podríamos hacer un largo análisis, pero baste decir que desde el mismo momento en que apareció el Bolívar Fuerte, la derecha mundial se dio a la tarea de minar la credibilidad de nuestra moneda. Hubo campañas por todos los medios poderosos para hacer ver que el tal bolívar era horriblemente débil, y en particular se recuerda una serie de anuncios en el diario "El Nacional" en el que aparecía el recién creado bolívar, partido por un martillo, y con un hueco en el centro.

 Esta fue la orden inicial para que los cerebros opositores se activaran y, de manera consciente e inconsciente, propiciaran el trabajo de minar nuestra moneda: los empresarios y comerciantes, todas las llamadas universidades autónomas junto con sus autoridades, las academias, enormes sectores de la clase media, la iglesia, … La consigna llegó a la frontera: "El bolívar no vale nada ante el peso colombiano", y poco a poco comenzó la debacle de una manera imparable.

Es necesario recalcar que aquella Venezuela de la Cuarta República, incrustó en el alma del pueblo un "gen" de inferioridad, de cobardía, de minusvalía humana y moral ante el resto del mundo, que acabó haciéndonos uno de los grupos humanos más inseguros del planeta. 

Pudimos vagamente atisbar nuestra verdadera condición social, gracias a las duras sentencias del Libertador. Llegó a decir Bolívar: "Como la corza herida llevamos en nuestro seno la flecha y ella nos dará la muerte sin remedio. Nuestra propia sangre es nuestra ponzoña…"

Parafraseando al Libertador podríamos hoy decir que no nos liberaremos de la guerra de DolarToday hasta que no saquemos de nuestra sangre ese "gen" de permanente inferioridad que se nos incrustó desde que Páez traicionó la patria en 1830. Vemos entonces a millones de nuestros compatriotas apostando a que nos arruinemos, a que celebremos los anuncios de DolarToday cada vez que el bolívar se "desploma" (falsa y manipuladoramente). Vemos cómo corren miles de venezolanos a vender nuestro efectivo a las mafias cambistas de Cúcuta y Maicao.

El factor psicológico: b) ¿Cómo funciona esta máquina infernal donde artificial y artificiosamente se deprecia día a día nuestro signo monetario?

Así opera la horrible máquina en la frontera colombiana: Por cada billete de 100 Bs te dan casi 200 Bs, por uno de 500Bs te dan casi 1.000 Bs, y así sucesivamente hasta el novísimo billete de 100 mil bolívares, por el cual te dan casi 200 mil Bs por cada ejemplar. Ese dinero así duplicado (se "crea" dinero de la nada), las mafias cucuteñas lo pagan al vendedor a través de transferencias electrónicas desde cuentas en Venezuela a cuentas en Venezuela (ni Colombia ni en ninguna otra parte, salvo en Venezuela, hay cuentas en bolívares). 

Con esos billetes físicos así colectados, se hacen dos cosas: por un lado crean grave desajuste en la economía doméstica al escasear artificialmente el dinero físico el cual se usa para hacer pequeñas compras, pagar el pasaje, comprar el periódico, ir a la bodega de la esquina, etc; y por otro lado, como un efecto complementario, crean la necesidad en el apátrida y criminal trasiego de billetes, de buscar más dinero en Venezuela para seguirlo vendiendo en Colombia, incrementando de paso la liquidez monetaria al entrar más dinero electrónico ("creado" de la nada) por la mitad del dinero físico que salió del país. 

El segundo objetivo de ese dinero físico colectado en Cúcuta y Maicao es pagar la gasolina, los alimentos y las medicinas robadas en Venezuela y comercializadas en Colombia, fundamentalmente a mafias venezolanas (y colombo-venezolanas). Hay que tener claro que al estar fuertemente subsidiadas la gasolina, los alimentos y las medicinas en Venezuela, las ganancias en Colombia son descomunales al ser comercializadas a precios apenas menores a los del salvaje mercado neoliberal colombiano.

Este dinero regresa a nuestro país, para una vez más ser llevado a Colombia, para ser nuevamente cambiado por más dinero electrónico; reiniciándose así ese infernal reciclaje criminal ¿Pero dónde están las exorbitantes ganancias de las mafias colombianas, alcahueteadas por el gobierno de esa nación, más allá de la jugosa diferencia de precios entre los dos países, como fue explicado, por efecto del robo y el contrabando desde Venezuela hacia Colombia? Allí es donde entran los actores fundamentales de esta trácala criminal: DolarToday (DT), BolívarCúcuta (BC, www.BolivarCucuta.com), etc.

DT y BC, entre otros, devalúan intencionalmente el bolívar, de forma diaria, paulatina y gradual, amparándose en supuestos estudios y fórmulas (que no son tales) donde ellos le "preguntan" periódicamente a los cambistas del otro lado de la frontera sobre el tipo de cambio "real" $/Bs, Peso/Bs y $/Peso, usando dicha "información" para elaborar el cambio diario Dólar-Bolívar. 

Pero sucede que los cambistas colombianos establecen la paridad Peso-Bolívar (y por tanto el Dólar-Bolívar) ¡¡leyendo a DT y BC!! La verdad en todo esto es que estas organizaciones criminales, cambistas y páginas web, mantienen un tácito acuerdo en depreciar progresivamente el bolívar, a fin de hacer rendir aún más los bolívares robados en Venezuela, pagando cada vez menos (con los mismos bolívares) por los billetes físicos venezolanos y el combustible, alimentos, medicinas, material estratégico (plomo, cobre, cabillas, fibra óptica y esa gran extensión del sistema de cableado con el que han destruido buena parte de nuestro sistema eléctrico y de comunicaciones) hurtados en nuestro país ¡¡Un negocio más lucrativo que el narcotráfico!!

Esta "bicicleta" financiera no prosperaría sino estuviésemos impregnados de lo que aquí hemos llamado "estupidismo" o "pendejismo"; o sea, de aquel "gen" dominante en nuestro ser social, por el cual asumimos que somos inferiores a otros pueblos, que "tener patria" es una frase hueca (o en todo caso un insulto), que todo lo que producimos y gestamos es mediocre y marginal (incluyendo nuestro signo monetario), y que si lo dice EEUU (o Colombia) debe ser verdad.

Esta criminal escalada ha sido potenciada, alentada, financiada y amplificada por actores nacionales, como la fenecida MUD y sectores empresariales, haciéndonos creer que las "erradas políticas económicas" del gobierno son las causantes de esta (inducida) hiperinflación, amén de la (supuesta) caída de la productividad nacional; explotando nuestros miedos, manipulando la credibilidad en las instituciones, e invisibilizando las enormes capacidades objetivas con que cuenta la República para superar esta estrechez económica.

Continuará...

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