Su pensamiento más vigente que
nunca
JOSÉ ROSARIO A. Invitados por el
amigo Abg. Candelario Briceño para una reunión que tendría la gente del MEP
Trujillo con el nieto del recordado político venezolano Luis Beltrán Prieto;
Gilberto Jiménez Prieto, presidente del Movimiento Electoral del Pueblo.
Me pareció muy interesante poder
conversar con él y que nos hablara como había sido este gran político
venezolano, quien marco pauta al fundar en nuestro país el primer partido
socialista.
Luis Beltrán Prieto fue un gran
educador y político venezolano quien se destacó como uno de los mejores
pedagogos de Latinoamérica, se dedicó a democratizar la educación en Venezuela
además de ser un destacado luchador por los derechos del pueblo y fundador del
Partido Movimiento Electoral del Pueblo.
Muy amablemente Gilberto Jiménez
Prieto al finalizar la reunión que tenían pautada acepto conversar con
nosotros.
¿HABLAMOS DE TU ABUELO. ¿CÓMO FUE
TU ABUELO?
Hablar de Prieto Figueroa es un
tremendo compromiso, ser su nieto y llevar su apellido: Es un compromiso aún
mayor.
Cuando tú me preguntas como fue
tu abuelo, habría que definir en qué plano, en el plano humano, en el plano
personal.
¿EN EL PLANO PERSONAL CÓMO FUE?
Prieto Figueroa en el plano
personal: Fue una gran inspiración. Me vienen muchos recuerdos a la mente.
¿CÓMO ERA TU ABUELO?
Prieto era un hombre poco común.
Por lo tanto su forma de expresar cariño, afecto era poco común. Nosotros todos
los domingos, era una costumbre familiar ir a Prados del Este; en Caracas; a la
Quinta “Ancha Ajena”, donde fue el hogar de la familia Prieto Oliveira.
La Quinta se llamaba “Ancha
Ajena” ya que él decía que la casa que compro era ancha para que cupieran todos
sus amigos y ajena porque la debía al Banco Obrero, en ese momento.
Todos los domingos íbamos a la
quinta religiosamente los hijos y nietos de Prieto; que había tenido siete
hijos, cinco con mi abuela Cecilia Oliveira de Prieto.
La primera parada era en la
biblioteca donde encontrábamos a mi abuelo entre libros leyendo, hacíamos cola
en la puerta de la biblioteca para que él nos saludara de manera particular.
¿Cómo hacíamos? Nos levantábamos
la camisa y nos daba un “Lepe” que era un pellizco en la barriga que suena. Nos
rascaba la cabeza y emitía sonidos muy propios de él, siendo una manera muy
particular de expresar cariño a sus nietos.
Pasamos la tarde en esa gran casa
en donde existían muchos árboles frutales, siete especies de mangos, que le
gustaban mucho, ahí pasábamos todo el día.
¿Con Prieto que aprendí?
Con Prieto aprendí a aceptar mi
afrodecendencia. Fue un hombre que llevo su afrodecendencia con mucho orgullo.
En una Venezuela que ser negro no era fácil, existiendo muchos prejuicios por
el color de la piel.
Prieto decía: ¿Cómo es eso de que
uno tiene el pelo malo, si este pelo es muy bueno?
Este pelo lo aguanta todo, decía.
Y de ahí fue uno aceptando la condición de afro descendiente. De ser negro. De
esa negritud tan impresionante que nos da nuestra condición de venezolanos,
producto de la mezcla de razas.
Con Prieto aprendí: El pelear por
los sueños.
Él decía: “Si tienes una idea
ponla en el vientre”.
Aprendí a defender lo que uno
cree.
Decía Prieto que la vida que vale
la pena vivir es la que se consagra en beneficio de los demás.
Aprendí de mi abuelo el valor
enorme de la lectura. Los mejores amigos son los libros y desde pequeño,
gracias a él, he tenido este hábito de la lectura.
También aprendí de él la
sensibilidad hacia la necesidades de los demás, el dedicar la vida al servicio
de los más necesitados, de los excluidos, de los que llamaba Eduardo Galeano
los nadie, los invisibles históricos. Esto lo aprendí del Prieto abuelo, además
de todos los aprendizajes que tenía con él de la naturaleza.
Cada vacaciones que salíamos a la
isla de Margarita con el viejo Prieto, cuando nos quedábamos en Playa El Agua;
en una casa que tenía una vieja amiga de él, salíamos a la playa a sembrar
cocoteros. Muchos de los cocoteros que están sembrados en playa El Agua los sembramos
Prieto y nosotros. Nos daba clases magistrales de como sembrar un cocotero.
Aprendí a comer piquigue; que es
la frutilla del cardón; cazabe remojado en café con leche. Todo eso lo aprendí
de Prieto Figueroa.
Para mí hoy en día es un
compromiso su legado político, que es universal e integral, la lucha por la
liberación y en este caso en el partido Movimiento Electoral del Pueblo por la
liberación nacional y la democracia socialista.
Entregar la vida por los más
necesitados, por la justicia social, por la igualdad. Eso era valores en el día
a en el compartir con Prieto Figueroa.
Él fue el hombre que creyó
fundamentalmente en la educación como una herramienta de transformación del
hombre y de la mujer. Una educación que no sea transformadora, no cumple su
esencia fundamental.
Por eso es que él veía al maestro
como líder natural de la sociedad. Prieto fue tan increíble, en su credibilidad
del maestro; que decía que Venezuela será lo que sus maestros quieran que sea.
Imagínate el enorme compromiso
tan grande que le hace a los maestros, a los docentes. Pero el sacaba el tema
magisterial del aula de clase, ya que pensaba que un político debía de ser un
maestro.
Hablaba del Magisterio Americano
de Simón Bolívar, porque veía al Libertador como un gran maestro, por lo menos
en las luchas históricas antiimperialista, donde Prieto anteponía la visión
Bolivariana al Panamericanismo.
Para su modo de ver el
panamericanismo era la visión servil que imponían los Estados Unidos y Bolívar
era de la idea liberadora y eso lo vemos nosotros en sus libros el Magisterio
Americano de Bolívar y en el Maestro como líder nos dibuja ese maestro reflejo
de la sociedad venezolana, asumiendo ese liderazgo histórico, incluso el
liderazgo como una herramienta pedagógica.
Es decir el líder cuando enseña a
través del ejemplo al pueblo venezolano.
Prieto Figueroa en este
pensamiento liberador educativo introdujo a Venezuela en el Siglo XX en la
educación por la idea de la escuela nueva por ejemplo.
Anteriormente nos regíamos por
ideas en donde el proceso educativo el aprendizaje se centraba en el maestro.
Prieto introduce nuevos elementos en la escuela nueva con ideas que venían del
Brasil y de Francia en donde el elemento principal del aprendizaje es el alumno
y al proceso sacándolo del aula de clase y lo vincula con el entorno, siendo
parte eso de lo que es la escuela nueva.
Prácticamente Prieto introduce a
Venezuela al siglo XX en la educación y va más allá en el tema del Estado
Docente y tomando esta doctrina de Prieto Figueroa, si nosotros queremos un
país socialista debe ser el Estado que facilite los elementos necesarios para
la formación de socialistas en Venezuela.