miércoles, 7 de noviembre de 2012

¿Comunas o comunismo?


Maruja Romero Yépez

Esta pregunta adecuada al momento político que vive el país, es formulada por el profesor Emeterio Gómez en El Universal del 4-11-2012. La respuesta viene envuelta en su interpretación sobre la filosofía, el capitalismo y el desarrollo de la sociedad occidental. De plano se invalidan las comunas y su conformación. Se señala que el gobierno para no hablar de Comunismo trata de edulcorarlo con el planteamiento comunal, pero que ambas propuestas son inviables, utópicas e ilusas. Explicará sus razones y señalará su alternativa que nosotros consideraremos a continuación.

La propuesta alternativa no es ni socialismo, ni comunismo, ni comunas sino Capitalismo Solidario. Se trata de conectar capitalismo y política con una base moral religiosa para así enfrentar la crisis ética de occidente. Aspecto analizado en otros artículos y que nosotros no detallaremos para focalizarnos en lo que nos interesa.

El autor reconoce las tendencias autoritarias en las transnacionales capitalistas y supone que la forma de frenarlas es crear un capitalismo popular: de microempresas, buhonería y mediana empresa, todos con una base religiosa profunda con lo cual se matarían dos moscas de un solo trancazo: autoritarismo transnacional y la crisis ética occidental. El profesor lo explica al final de este artículo, supone él que el capitalismo, como modelo de sociedad, no tiene que centrarse en el mercado y la tasa de ganancia, (como decir que puede existir agua sin Hidrógeno ni Oxígeno), sino que puede asumir la moralidad y avanzar hacia el Capitalismo Solidario.

Por otra parte, las razones por las cuales, para el autor, la propuesta del socialismo y de las comunas es inviable, utópica e ilusa, consisten en que una sociedad en la cual hayan desaparecido las contradicciones y confrontaciones, una sociedad sin luchas de clases y explotación en donde cada quien reciba un ingreso según sus necesidades; esa es una utopía tonta: “Porque la Moral actual no tiene ninguna posibilidad de imponerse sobre la animalidad y el egoísmo.” Y eso es así porque el ser humano no ha logrado desarrollar su dimensión ética.

Ahora debemos preguntarnos; si la falta de la dimensión ética imposibilita que pueda avanzar la propuesta Socialista, cómo sí puede avanzar la propuesta de Capitalismo Solidario, porque se trata del mismo ser humano en el cual no se ha desarrollado, según el autor, esa dimensión ética. No vamos a suponer que al profesor Gómez se le pase esto por alto, creemos que soluciona este terrible escollo al introducir el factor religioso en su propuesta, lo cual proveerá los elementos para poder asumir la moralidad que posibilitaría el avanzar en la vía correcta. Es decir no hay forma de introducir la moralidad por la vía de la Razón, por ello hay que trabajar por la vía de la religiosidad. Esto crea problemas de índole práctica que nos son de fácil solución, pero avancemos.

Sabemos, por el desarrollo de la historia que el autoritarismo transnacional es parte fundamental del capitalismo, su visión del mundo y su forma de interacción, no se quita y se pone, es esencia del mismo. Eisenhower lo señalaba, en relación a la maquinaria de guerra, hace cincuenta años, y ese señor no era comunista. Por otra parte, en lo que respecta a la base moral; convertir al capitalismo en solidario, “Un Modelo de Sociedad centrado en el egoísmo individual y en la imposibilidad de incorporar a nuestro espíritu la Dimensión Moral” eso sí es verdad que ni como acto de fe; Dios en la tierra haría desaparecer al capitalismo como la peor de las plagas creadas por el hombre. Cómo superar con religión, algo que es la esencia misma de una concepción, cómo puede asumirse una solidaridad en la cual no se piensa y que retrotraería al capitalismo actual transnacional a etapas ingenuas. Todas estas son preguntas sin respuestas por parte del autor, aunque señala como ya lo dijimos al principio, que sí se puede asumir la moralidad para avanzar, muy poco a poco, al Capitalismo Solidario.

Es interesante reiterar, para que quede claro, que en el caso del capitalismo sí se puede pensar en asumir la moralidad a través de la religión. En el caso del socialismo se supone y se determina que es imposible, de alguna manera mágica, que él no explica; no sólo es que es imposible aceptar la moral sino que la única forma de imponerla es a través de una dictadura totalitaria y militar, recurso que le sale a la mano por semejanzas con pasados capítulos de la historia.

Así pues, el artículo debería tener otro nombre, pero este asusta a la mayoría de las personas al relacionar las comunas con el comunismo, deja supuesto dos asuntos: lo iluso del desarrollo comunal por las razones de la imposibilidad de imponer la Moral, hecho presente tanto en el Capitalismo como en el Socialismo, pero que tienen una suerte de viabilidad alternativa, creada por el autor, en aquel y no así en este, viabilidad posible a través del desarrollo del Capitalismo Solidario, planteamiento que nosotros suponemos es una salida más que imposible y sin asidero real ni social.

Las comunas son una propuesta para el fortalecimiento y el crecimiento del socialismo en la búsqueda de la sociedad austera, sustentable, solidaria que daría paso a la sociedad socialista. No se comprende cómo se descartan, en el mismo plano en el cual se descarta el socialismo como utopía tonta. De hecho es un descartar conveniente para el autor, así elimina, discursivamente, la dimensión que estas proporcionarían creando la conciencia necesaria para una salida revolucionaria pacífica. Al descartar las comunas el autor afianza su conclusión, de que la única forma de alcanzar el socialismo es a través de una dictadura totalitaria y criminal. Aspecto que ya hemos discutido en otro lugar y que damos por negado.

Existe, y cada vez más, la conciencia de muchos por una vida más digna y que será está conciencia acrecentada y practicada en planteamientos como la democracia participativa y protagónica, las comunas y la participación comunal, la que posibilitará la creación en revolución, del socialismo como posibilidad real de vida, en paz. Que nadie se equivoque.


marujaromeroyepez@gmail.com

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