Por
Diego Olivera
Nuevamente la Asamblea General
de los países miembros de la
Organización de Estados Americanos (OEA), fue el epicentro de
debate entre un modelo obsoleto de integración regional y los países que buscan
un desarrollo independiente sustentable, para lo cual buscan crear una nueva
arquitectura continental. Con esa visión
se han creado nueva formas de intercambio en América Latina desde 2004, tales
como la Alianza
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Unión de Naciones
Suramericanas (UNASUR) y la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que
representan la nueva sociopolítica que vive la región, y que confirma nuevas
visiones continentales.
Esta nueva realidad abarca acuerdos que incluyen varios
mecanismos políticos, económicos y
militares, los que han permitido
solucionar a través del dialogo temas fronterizos y frenar posibles
acciones bélicas entre países hermanos.
Esta nueva realidad contrapone y pone en duda el papel de la OEA , la cual en su esencia fue
creada con efectos militares a finales de la segunda guerra mundial, auspiciada
por EEUU y por varios países afines a esta nación bajo la filosofía de la Guerra Fría , contra la
extinta URSS y China, es decir, contra el comunismo. Solo basta recordar la
décadas del 60, 70, 80 y 90 del siglo XX, donde tanto golpes de estado en la
mayoría de los países del Cono Sur con miles de muertos y desaparecidos, como
las dictaduras en Centroamérica, fueron avaladas por EEUU y la OEA en su lucha contra el
comunismo. Muchos de los funcionarios de la OEA siguen multiplicando esas
predicas y crean bajo la presión de EEUU un ataque a las naciones que no
adopten el modelo neoliberal y la alianza “antiterrorista” de EEUU, que solo ha generado millones de
muertes civiles en Irak, Afganistán, Libia, Siria, como lo hizo antes en
América Latina, en Panamá, Puerto Rico, Cuba, Guatemala, Nicaragua.
Los
Estados tienen derecho a corregir fallas del sistema interamericano
Venezuela exhortó a los países miembros de la Organización de
Estados Americanos (OEA) a ejercer el poder otorgado en el artículo 76 de la Carta Interamericana ,
“para corregir los entuertos de un conjunto de funcionarios, de
diplomáticos, de la burocracia internacional, que han tomado esta institución
para someter y perseguir gobiernos”. Así lo manifestaba, el canciller venezolano
Nicolás Maduro, durante su intervención en la Asamblea General
de la OEA , que se
celebró en Cochabamba, Bolivia, a lo que agregaba que "Son los Estados
parte los que tenemos la función para legislar, para crear, para perfeccionar o
para cambiar cualquier elemento que esté torcido, que haya sido tergiversado,
de este sistema interamericano de derechos humanos".
Por ultimo Maduro denunció que “los abusos y la
actuación extralimitada de los funcionarios de la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos (CIDH), que violan la soberanía de los Estados miembros, ha
desprestigiado el funcionamiento de esa Comisión en esta hora, en este momento
histórico". A lo que agrego "Con esa doctrina de que la
autonomía y la independencia de esos organismos están por encima de los
Estados, cosa que no aceptamos, entonces se pretende que los Estados nos
sentemos de tú a tú con un grupo de funcionarios que nosotros mismos hemos
designado y que el Gobierno de la República Bolivariana
de Venezuela ha respetado".
Correa:
no pueden violarse los DD.HH. en nombre de la falsa libertad de expresión
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, denunció en la
42ª Asamblea General de la OEA
la doble moral de organizaciones defensoras de los derechos humanos en los
organismos multilaterales, quienes protegen los poderes de países desarrollados
y los emporios de medios de comunicación, en nombre de la libertad de
expresión. Se opuso a la despenalización de la injuria propuesta por la
relatoría de libertad de expresión de la
OEA , alegando que los países de América Latina no pueden
aceptar el neocolonialismo que pretende imponerse tras esa propuesta, que
esconde la protección a sectores poderosos en detrimento de los más básicos
derechos de la ciudadanía.
"Las leyes de cada país deben
responder a sus principios, valores, visiones, historia, cultura, así como muchos sostienen como inaceptable la
prisión por injuria, nosotros consideramos como inaceptable la pena de muerte,
rechazada por la mayoría de los verdaderos defensores de los DD.HH, o hacer
lobby, el llamado lobismo, legalizado en algunos países y penalizado por
nosotros como tráfico de influencias.” Aseverando que "No vamos a
aceptar doble moral ni inconsistencia, vamos a ir con prioridades aquí en
nuestra América, se acabó el neocolonialismo en nuestra Patria Grande".
El secretario general de la OEA , el chileno José Miguel
Insulza, “…desmintió las versiones
sobre una inminente reforma de la
CIDH ”, lo que deja claramente demostrada la pusilánime
postura de este ex socialista, que ha jugado un triste papel como defensor de la OEA y EEUU, defensores de
Inglaterra en el tema de Las Malvinas, así como del neoliberalismo al apoyar
los Tratados de Libre Comercio (TLC), sin condenar los golpes de estado en
Venezuela y Honduras, o la masacre en territorio de Ecuador por Fuerzas
militares de EEUU y Colombia por el gobierno del ex presidente Álvaro Uribe,
confirmando una vez mas que la OEA
no sirve a América Latina, sólo es un instrumento de poder imperialista en la
región.
Publicación
Barómetro 07-06-12
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