miércoles, 27 de junio de 2012

Entre tanto Ahora Carabobo más que nunca


“¡Vamos carajo!”, debe haber sido el verdadero grito pronunciado por el, para entonces, General patriota, José Antonio Páez, en plena Batalla de Carabobo de 1821. Una arenga de soldado llanero al frente de unos combatientes que tenían el compromiso de hacer libre a la patria del yugo imperial español.

Los combates librados hace 191 años en el campo de Carabobo, sellaron la Independencia que ya había comenzado sus logros políticos y sociales 11 años atrás, exactamente con el simbolismo de aquella vuelta a cabildo en 1810 y la deposición del mando del general Vicente  Emparan, mediante un acuerdo de adelantar una transición del gobierno a blancos criollos, siempre y cuando siguiesen subordinados y en respeto a la Corona española.

Hoy, en esta Venezuela de independencia inconclusa, porque es bien sabido que al dominio imperial europeo le sucedió inmediatamente el estadounidense, al cual el propio Libertador Simón Bolívar lo prefiguraba como “destinado a plagar de miseria y hambre a los pueblos de América” -asunto éste que ha venido manifestándose sin cesar en todo el territorio que los yanquis consideraron siempre su “patio trasero”-, el desafío de alcanzar la total y definitiva independencia se vuelve a convocar bajo el espíritu libertario de Bolívar y de la victoriosa Batalla de Carabobo de 1821.

Luego de aquella victoria electoral en diciembre de 1998, las fuerzas patrióticas, bajo el mando y liderazgo del Comandante Hugo Chávez, han continuado librando batallas de diversas dimensiones e intensidades. Quizás la más dramática de ellas haya sido la del año 2002 por el golpe de Estado derechista, coordinado desde el Pentágono, y ese mismo año y el siguiente (2003) por el prolongado paro de los empresarios petroleros de la vieja Pdvsa. Pero nunca han cesado los combates hasta el presente.

Hoy es necesario entender que los combates enemigos en contra de la Revolución Bolivariana y de Venezuela como escenario y asiento principal de la misma, son cada vez más consecutivos y provienen también de escenarios externos, como ha sido el caso de Colombia, cuando bajo el régimen del narcotraficante Álvaro Uribe Vélez, se autorizó la instalación de siete bases militares estadounidenses, se infiltró sus paramilitares en Venezuela para atacar el palacio de Miraflores y asesinar al Presidente Chávez y, en la actualidad se alientan conflictos, fundamentalmente fronterizos, a la par que se asesora a la derecha opositora venezolana.

Pero también son escenarios de ablandamiento por fuego de artillería a distancia, los ataques contra el pueblo paraguayo y la ejecución de un golpe de Estado parlamentario que depone a su presidente legítimamente constituido. También lo son los conflictos de baja intensidad propiciados por fuerzas policiales derechistas en Bolivia, con miras a crear un caos y fomentar la intervención extranjera en ese país, intentando deponer al gobierno revolucionario que encabeza Evo Morales.

Esto sin contar las amenazas internas del candidato del imperio yanqui y la derecha venezolana, Henrique Capriles Radonsky, quien pretende desconocer al órgano rector electoral y propiciar un ambiente para cantar fraude el venidero 7 de octubre. Entre otras acciones a las que claramente se le ven las costuras.

Es, sin dudas, un escenario de guerra que conduce a nuestro pueblo patriota a librar una nueva Batalla de Carabobo, para sellar nuestra total y definitiva independencia. El escenario es todo éste, complejo pero brevemente descrito, en el que el imperialismo y sus lacayos, apátridas, pretenden regresar a Venezuela al terreno de dominación del imperio yanqui. Para nosotros es el momento de vencer o vencer. No existe otra opción. Por eso, a esta hora definitiva, ¡Vamos carajo, a ganar en Carabobo! ¡Por la Patria socialista, a vencer en la Batalla de Carabobo este 7 de Octubre!

  ivanpadillabravo@gmail.com

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