º Por eso la derecha no puede con
él
º Cuidado con la impotencia imperial
y la derecha internacional
Chávez, qué tiene Chávez, que la
derecha y el imperialismo no pueden con él. Esta es una interrogante que han de
formularse los agentes imperiales cada vez que se plantean analizar el caso
venezolano, tal cual, como se la estuvieron formulando durante décadas con
relación al Comandante Fidel Castro y el caso cubano. Efectivamente, a pesar de
los muy diversos intentos que los derechistas y los imperialistas han
emprendido para derrotar o debilitar al líder de la revolución bolivariana, se
encuentran que éste más bien sale fortalecido de las distintas situaciones,
tanto naturales como inducidas, a las que ha tenido que enfrentar; todo ello
para el desánimo, frustración y desesperanza de quienes son los encargados de
concebir, planificar y ejecutar tales acciones inducidas aunque con las
naturales al no producirse los resultados esperados también se les cuece el
alma. Dificultades naturales Comenzando por el deslave de diciembre de 1999,
cuando ante una adversidad de tal magnitud que llenó de dolor a miles de
familias venezolanas, particularmente en el estado Vargas, pero también afectó
grandemente a muchas que quedaron damnificadas en otras regiones del país. La
derecha y el imperio creyeron que el nobel Presidente no tendría la pericia
indicada para afrontar tal situación y, sin embargo, lo hizo con la entereza
suficiente como para lograr una relación de empatía tan afectiva con la
población varguense que esta le ha sabido corresponder con un amplio respaldo
en todas las oportunidades en las que lo ha requerido.
Así mismo, en las temporadas de
sequía en las que los embalses han estado a punto de secarse y se ha tenido, en
consecuencia, que racionar el consumo de agua potable y el consumo de energía
eléctrica, el gobierno de Chávez ha sabido manejar tan angustio sos momentos,
tan es así, que ha podido salir avante sin que se haga hecho mella en la
popularidad del líder bolivariano, todo ello, a pesar del manejo mediático
manipulador desarrollado por la jauría comunicacional derechista tanto local
como internacional intentando poner en tela de juicio la acción gubernamental.
Igual escenario mediático manipulador se ha manejado en las oportunidades en
que se han presentado las inundaciones por efecto de las incesantes lluvias con
sus secuelas de muertes, damnificados, viviendas y sembradíos arrasadas, en
diferentes regiones del país, como el caso último de Cumanacoa, anteriormente
en La Goajira y, sobre todo, en la zona metropolitana de Caracas donde se ha
tenido que atender a miles de familias en refugios expresamente acondicionados
y en muchas instalaciones públicas.
La atención recibida por estas
miles de familias refugiadas ha venido siendo sistemática, permanente, con una
visión de integralidad y de centralidad humana que comprende desde la dispensa
de alimentación, salud, educación, aporte económico para los más necesitados,
garantía de trabajo, recreación deportiva y cultural hasta la dotación de
viviendas dignas y confortables a través de la Gran Misión Vivienda Venezuela;
una atención que en nada se compadece con la forma inhumana, insolidaria y, en
síntesis, capitalista que se les daba a las familias que en la etapa cuarta
republicana, durante los gobiernos puntofijistas, tenían la desgracia de ser
afectados por una calamidad de esta naturaleza o como en el caso del
tristemente célebre huracán Katrina, que en la zona de New Orleans, EEUU,
durante el segundo período presidencial del también tristemente célebre George
W. Bush, ocasionó miles de muertes y damnificados, en su gran mayoría negros, y
la administración estadounidense hizo uso del principio neoliberal: que cada
quien se las arregle como pueda. Con todo y su poderío mediático la derecha y
el imperio no han podido desvirtuar esta realidad y mucho menos socavar las
bases que sustentan la popularidad y la raigambre social del Presidente Chávez.
Las inducidas Las dificultades de esta índole han estado presentes desde el
inicio mismo de la gestión gubernamental bolivariana.
La derecha y el imperialismo no
cejan en su empeño de pretender destruir a Chávez y a su gobierno y de impedir
que se siga consolidando como un ejemplo a seguir para todos los pueblos que
luchan por su liberación y por la dignidad y soberanía nacionales. Desde el
acaparamiento de alimentos y productos de consumo masivo con la intención de
crear escasez artificial de los mismos; la organización de golpe de estado con
la consabida renuncia presidencial que nunca se produjo y la masacre generada
por francotiradores con el malévolo propósito de atribuírsela mediáticamente a
Chávez; el desarrollo de un paro petrolero- empresarial que conllevó, en una
alta proporción, a la paralización del aparato productivo nacional,
particularmente, de la producción de gasolina, gas doméstico y de otros
derivados del petróleo durante más de sesenta días, creando una situación de
zozobra y desasosiego en la población; introducción en el país de paramilitares
dispuestos a generar violencia extrema, incluso hasta de atentar contra la vida
del propio Comandante Chávez; sabotajes en el Sistema Eléctrico Nacional, en el
Sistema Metro de Caracas y en el Sistema Hídrico Nacional; auspicia miento de
situaciones extremas en el Sistema Carcelario Nacional; etc; todo esto
sustentado en el apoyo de funcionarios infiltrados en distintos niveles de la
administración pública y contando con financiamiento proveniente de las arcas
imperiales.
Pero, muy a pesar de la
intencionalidad derechista, lo cierto es que la figura de Chávez ha logrado no
sólo sobreponerse a estas dificultades sino que se ha empinado sobre ellas,
erigiéndose, cada vez, en un líder político que mantiene y eleva su aceptación
en la querencia del pueblo, ubicándose, según las encuestas, por encima del 60
por ciento en la estima de los venezolanos; un récord mundial al cabo de más de
13 años de ejercicio de gobierno democrático. Chávez, además, ha logrado, al
parecer, vencer un cáncer que lo afectó durante casi todo el año 2011,
enfermedad que, por cierto, algunos de sus seguidores sostienen que de alguna
manera fue inducida por la perversidad estadounidense; el tiempo hablará. Esta
fue una batalla que supo librar con mucha responsabilidad y valentía. Así como
la que acaba de enfrentar con la estruendosa explosión de unos tanques en
Amuay, en el Complejo Refinador de Paraguaná, que dejó un lamentable saldo de
42 compatriotas fallecidos y varias decenas de heridos, muchos otros afectados
y cuantiosos daños materiales; explosión en la que tampoco habría que descartar
la larga y pestilente mano peluda imperial.
Chávez, como siempre, se echó la
dificultad al hombro y con la solidaridad y sensibilidad que lo caracteriza se
apersonó en el centro de los acontecimientos, junto con su equipo de gobierno,
para liderar las acciones de socorro y apoyo a los afectados, llegando de esta
manera, una vez más, al corazón del pueblo. Alerta redoblada El imperialismo y
sus acólitos locales no pueden con Chávez, mucho menos en esta oportunidad que
le han puesto como contendor a un candidato que le cuesta entusiasmar a sus
propios seguidores, un candidato que más que majunche es un inepto, a todas
luces, no preparado para desempeñar con cierto decoro el papel de rival de un
hombre que como Chávez ya está sembrado como líder de los pueblos oprimidos del
mundo. Por ello, ante esta realidad es que hay que redoblar la actitud de
alerta frente al águila imperial que reiteradamente ha demostrado su abyecta
inclinación de apelar a cualquier método, incluido el magnicidio, con tal de
alcanzar sus deleznables propósitos. Al Chávez batallador, a nuestro entender,
en el mediano plazo, sólo lo podrá abatir el efecto, por demás negativo, de una
burocracia que con su práctica desaprensiva y hasta corrupta, si no se le
detiene a tiempo, llevará al traste la esperanza y el esfuerzo del conductor
del nuevo sueño bolivariano y, con ello, la posibilidad histórica de nuestro
pueblo de construir una Patria socialista integrada a los pueblos hermanos
nuestro americanos.
Como una vez sostuvo el insigne
profesor Miguel Acosta Saignes refiriéndose a Bolívar como el hombre de las
dificultades, en nuestras circunstancias históricas, los venezolanos de ahora
bien podríamos hablar de Chávez como el Hombre de las Dificultades, presentes y
futuras.
*miguelugas@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario