Considerando las orientaciones de la nueva
estrategia imperial y su actual empleo en Siria, tal como está reseñada en las
Parte I (http://www.aporrea.org/internacionales/a148007.html) y Parte II
(http://www.aporrea.org/internacionales/a148685.html) de este ensayo, se puede
trabajar con la hipótesis de que
inicialmente los EEUU no va a utilizar un desembarco de “marines” contra Venezuela, ni tampoco hay condiciones
para un “golpe de estado” como una rebelión en frío o un alzamiento militar
tradicional. Tal apreciación no implica
creer que el imperio no
tenga la capacidad tecnológica y los
medios militares de alto poder destructivo, que pueden ser empleados en
determinadas circunstancias. Lo que se quiere destacar son las condiciones
geopolíticas y la realidad interna con la que tiene que lidiar Obama: •Evitando
verse involucrado en un conflicto que se puede empantanar, los EEUU busca la
manera de repartir la carga bélica con otros países.
•La operaciones encubiertas con fuerzas
especiales, en el marco de una guerra secreta de baja intensidad, disminuye el
costo político ya que no rinde cuenta a la opinión pública, puede evadir la
convención de Ginebra y el Código de Honor Militar.
•Al presentarse la intervención como un apoyo
humanitario a fuerzas que luchan por la
libertad y la democracia, donde la población es masacrada por supuestos
regímenes dictatoriales, le da un marco
de legitimidad a la intervención en una guerra civil.
•En consecuencia, la intervención armada encubierta es un
catalizador guiado por lo política y aparece en medio del desarrollo de los
acontecimientos y en una fase donde se
acrecienta el conflicto interno
•Una de las condiciones sine qua non para esta
estrategia es la existencia de fuerzas títeres
encargadas de crear las condiciones políticas y militares para esta
intervención.
La actual guerra secreta de
Obama, en particular algunas de sus determinaciones, vienen siendo ensayadas en
Venezuela no en los últimos momentos, sino que ya tienen cierto tiempo
ensayando salidas no electorales, fracasando en su mayor parte, dada nuestras
peculiaridades y por el accionar del gobierno revolucionario que ha neutralizado los planes desestabilizadores.
1.- Evaluación de algunos tópicos
del decálogo de la nueva estrategia imperial empleados en Venezuela.
I.- Las contradicciones
religiosas o inter-étnicas en Venezuela no tienen las connotaciones ni la
fuerza que poseen en Libia y Siria. Sin embargo, si pueden explotar algunos
conflictos latentes entre regiones como los que se incuban en el Zulia. Si bien no han cristalizado los planes
separatistas, sería incorrecto no considerar el esfuerzo que viene haciendo la
contrarrevolución en torno la "zulianidad", la cual va desde la
exaltación de la idiosincrasia del maracucho, la presencia de cierto
resentimiento contra el gobierno central expresado en la Grey Zuliana, el
aprovechamiento del reclamo de los Yukpas, hasta la reivindicación de la no firma
del acta de independencia.
II.- La utilización de los
déficits de legitimidad, no ha podido ser concretar dado el respaldo popular y
el conjunto de victorias electorales que han conformado parte del proceso de
ejercicio de la democracia participativa en nuestra revolución.
III.- El tema de los derechos
humanos, ha sido una matriz mediática que no ha tenido el respaldo ni el
impacto que tuvo en Libia o ahora en Siria, donde el imperio y su poder
mediático ha explotado los excesos represivos, exponenciados por las
operaciones psicológicas. En nuestro caso, las fuerzas contrarrevolucionarias se
han apoyado en algunas instancias internacionales y en el papel de algunos
agentes en los organismos como el
CIDH de la OEA, para intentar
sembrar dudas sobre el carácter
democrático y de respeto a los derechos humanos por parte del gobierno.
IV.- La explotación de los
conflictos sociales es donde la contrarrevolución ha colocado su mayor acento,
siguiendo las orientaciones del imperio, que asume la movilización de calle y
el conflicto social como un vector de acumulación de fuerza en lo militar.
La Comunidad de Inteligencia (IC)
en el informe presentando ante el Comité de Inteligencia del Senado de los EEUU
en Febrero de 2012, en alusión a Venezuela, establece una especie de plan de
lucha a partir a partir de los siguientes ejes:
•Profundizar la problemática de la escasez de
energía y los apagones.
•Trabajar el desabastecimiento programado y el
aumento de precio en los alimentos.
•Resaltar los índices de criminalidad y
acentuar la denuncia sobre la problemática carcelaria.
Estos ejes temáticos están
telegrafiados en el referido informe y es la fuente de inspiración del plan
desestabilizador impulsado por la MUD. En otros trabajos hemos documentado esta
apreciación y aquí solo vamos reiterar la fuente documental:
“Informe de la comunidad de
inteligencia de los EEUU. 27 de Enero de 2012”
James R. Clapper
Director of National Intelligence
January 31, 2012
Venezuela
“…Once the campaign season begins in February
2012, the electorate will be seeking solutions for the country‟s 25 percent
inflation, widespread food and energy shortages, and soaring crime and homicide
rates.
“Una vez que la campaña electoral
comience en febrero de 2012, el electorado buscará soluciones para el 25 por
ciento de la inflación del país, la generalizada carencia de alimentos y la escasez de energía, y los
galopantes índices de delincuencia y homicidio.”
Que el imperio enfatice los referidos ejes temáticos no quiere decir
que no se aprovechen de cuantas fallas y déficits aparezcan en la
coyuntura. Igualmente que consideren
prioritario la conflictividad social y la movilización de calle no implica
ignorar los planes de acción directa en lo militar, como operaciones
encubiertas.
Aquí lo que queremos resaltar es
la orientación que pone la política al mando, sin darle protagonismo en esta
etapa a las acciones terroristas u acciones armadas aisladas.
En otros trabajos cuando hemos
abordados los preparativos para el escenario no electoral, hemos descrito la
estrategia que se dirige a intentar cambiar las actuales relaciones de fuerzas
produciendo una gran conmoción o una sucesión de eventos (como puede ser el
"paro eléctrico por gota" o apagones sucesivos que irriten a la
población y puedan producir diversos estallidos). Esta estrategia implica
tácticamente combinar diversas formas de
lucha.
En lo relativo a las mismas, la
MUD ha intentado desarrollar en la coyuntura el siguiente escalamiento:
•Inicialmente prevalece las formas de luchas
pacíficas y de empleo de los canales institucionales.
•Progresivamente se empalma lo anterior con
movilizaciones de calle, provocando a la seguridad de Estado y a las FAB, para
que reprima y se produzcan detenciones, heridos y muertos. Como resultado de
esta fase, surge el pretexto de nuevas movilizaciones contra la represión,
escalando el conflicto.
•La agudización de este proceso hace emerger
formas violentas de lucha.
•Y finalmente, aparecen las
formas de lucha armada, como justificación ante la represión, autodefensa, etc.
En términos de cronograma, podemos esperar el desarrollo de la siguiente
dinámica en la fase pre-electoral, el mismo día de las elecciones o
post-electoral, la cual va a tener un carácter ascendente:
1.- Movilización político-social:
denuncias y reclamos, pliegos conflictivos, paros y movilizaciones de calle
2.- Manifestaciones masivas hacia
Miraflores, TSJ, CNE y otras instituciones.
3.- Activación de grupos
violentos en el seno de las marchas y movilizaciones.
4.- Promoción de saqueos y
violencia callejera catalizadas por equipos con armas populares (armas cortas,
explosivos caseros).
5.- Control territorial de
algunas regiones y partición de algunas ciudades como Caracas, Valencia,
Barquisimeto, Maracaibo, San Cristóbal.
V.- Otro de los aspectos de este
decálogo donde el imperio se ha empleado a fondo, está referido a las
Operaciones Psicológicas y a las distorsiones informativas, siendo el eje que
sincroniza el mayor esfuerzo, el foco dinamizador del conjunto de las acciones.
Tales actividades se encuadran o se le
da un marco con temas generadores permanentes y se cabalgan los eventos
circunstanciales.
Cualquier hecho o suceso se le da
un sentido que originalmente no poseen a través de extrapolaciones, proyecciones,
generalizaciones.
Datos aislados de la realidad,
denuncias, reportajes, son encuadrados en los siguientes temas permanentes:
1.- Escasez de alimentos – “Desabastecimiento
Programado”
2.- Racionamiento y apagones eléctrico
3.- Inseguridad e incremento de
la delincuencia
4.- Deterioro e insuficiencias de
los servicios públicos
5.- Inflación y alto costo de la
vid
7.-Ataques a la propiedad privada
8.- Falta de autonomía de los
poderes públicos, cuestionamientos y críticas al CNE
9.- Vinculación con el
narcotráfico y el terrorismo.
10.- Nexos con estados forajidos
y ejes del mal.
11.- Burocratismo y corrupción.
El encuadramiento de estas
distorsiones
informativas posee múltiples propósitos:
•Erosionar la legitimidad del proceso bolivariano y en particular del liderazgo
del Cmte. Chávez.
•Tratar de cambiar la correlación de fuerza
electoral, promoviendo un clima de incertidumbre y angustia permanente en la
población, magnificando fallas u omisiones en la gestión pública.
•Preparación del terreno de opinión pública
para una salida violenta, que adopta en la actual coyuntura formas de intervención de fuerzas especiales en
operaciones encubiertas.
En tal sentido, la guerra de
rumores, mentiras y falsificación que pululan en algunos medios, no son hechos
gratuitos ni espontáneos, si no que forman parte de una “verdadera guerra”
donde no hay fronteras, no hay principios ni escrúpulos.
Tal cuadro se va a exacerbar en
la medida que nos acercamos al 7 de Octubre, siendo parte de los preparativos
de la salida no electoral.
VI.- La estructuración de fuerzas
militares contrarrevolucionarias que implementen las acciones encubiertas, en
nuestro país posee algunos rasgos muy peculiares. Por ejemplo, al no contar con
un apoyo decisivo en el seno de las FAB, se han planteado la combinación
de diversas formas de lucha, tratando de
utilizar, como ya lo señalamos
anteriormente, la conflictividad social como vector de acumulación de fuerza.
Por ello, la movilización de
calle cumple una función militar en la medida que permite distraer efectivos en
actividades de orden público, fijarlos en el terreno custodiando instalaciones,
factor de provocación que puede detonar acciones represivas.
Para las operaciones encubiertas,
el imperio cuenta en Venezuela con las siguientes fuentes de reclutamiento de
personal:
•Para-militares colombianos
•Grupos armados de algunas
agrupaciones de la MUD, como Bandera Roja, Voluntad Popular, AD, etc.
•Equipos de las policías de
Sucre, Chacao, Baruta, El Hatillo, Miranda, Carabobo, Lara, Zulia, Táchira.
•Miembros de las diversas
empresas de vigilancia privada (vigilantes, protección bancaria, detectives).
•Ex – policías de variadas
pintas.
•Militares de la Plaza de
Altamira y del Frente Militar Institucional.
El accionar de calle y las
operaciones encubiertas realizadas por estas fuerzas, pueden crear un clima de
ingobernabilidad y de confrontación generalizada, teniendo entre uno de sus
propósitos paralizar o inhibir el conjunto de las fuerzas militares y policiales,
lo que permitiría que a través de la lucha callejera y las operaciones
especiales, controlar algunas zonas estratégicas al interior de algunas
ciudades o regiones del país, particularmente puede permitir el desarrollo del
separatismo en la media luna: Táchira, Zulia y desde allí empantanar la
situación buscando una intervención militar
extranjera de mayores proporciones.
VII.- Como parte de este decálogo
de la nueva estrategia imperial, tanto en Libia como ahora en Siria, han
promovido diversas franquicias políticas, que les permite darle cobertura
interna a sus operaciones encubiertas, haciendo aparecer el conflicto como un
problema nacional, de allí el manoseo del término “transición”: Consejo
nacional de transición, gobierno de transición, etc.
Entre bastidores en Venezuela
están intentando repetir el mismo
expediente, conformando un gobierno de
transición con miembros de Fedecamaras, la MUD, Iglesia y algunas ONG, entre
los cuales pueden estar miembros del “grupo de los 15” como Lorenzo Mendoza,
Marcel Granier, Gustavo Volmer, miembros de comando de la MUD como Ramos Allup,
Gabriel Puerta, Salas Romer, Capriles Radonsky, Julio Borges, María Corina
Machado, miembros de la cúpula de la Conferencia Episcopal como Baltazar
Porras.
2.- Algunos lineamientos del Plan
de Contingencia para enfrentar la nueva estrategia imperial
Como hemos venido sosteniendo en
este ensayo, la concepción manualesca de los yanquis, nos permite predecir su
comportamiento y contrarrestar su accionar con antelación. De allí el papel
pedagógico de sintetizar este recetario como “decálogo”, tal como hemos
examinado anteriormente.
En esa dirección vamos resumir
las líneas maestras de lo que puede ser un plan de acción para la coyuntura:
A.- En el plano ideológico enfrentar
las intentonas separatistas, levantando la propuesta de unidad nacional, la
defensa de nuestra soberanía e independencia
B.- Desenmascara el doble
discurso de la MUD y su complicidad con la estrategia imperial.
C.- En lo político-social, ubicar nudos
problemáticos, mapas de conflictos y actores asociados, impulsando el siguiente
curso de acción:
•Resolver a fondo las
problemáticas, elevando la calidad y el tiempo de respuesta de la gestión
pública.
•Caracterizar los conflictos y
sus actores, definiendo la estrategia a seguir:
•Abortar el conflicto ante que
estalle
•Confinarlo, evitando su
generalización.
D.- Confrontar las operaciones
psicológicas con una Estrategia Comunicativa Integral (ECI):
•Conocer apropiadamente el
enfoque y la metodología empleada por el enemigo
•Desarrollar una agenda propia,
destacando los logros de la revolución
•Diversificar la vocería a nivel
local-regional y nacional
•Utilizar toda la capacidad
comunicativa que posee la revolución (televisoras, circuitos radiales,
impresos, emisoras comunitarias)
•Combinación de diversos medios
(desde el diálogo cara a cara, la propaganda de calle y el empleo de medios
masivos).
E.- Consolidación del control
territorial que obstaculice el desplazamiento de fuerzas enemigas.
F.- Desarrollo de la inteligencia
social en función de mapear fuerzas para-militares, bandas armadas o grupos
policiales susceptibles de ser empleadas en planes desestabilizadores
G.- Organización de un sistema de
alertas tempranas y respuestas rápidas frente al accionar enemigo: candelita
que se prende, candelita que se apaga.
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